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Las cookies se envían desde el servidor de un sitio web al navegador y se almacenan en su equipo. Cuando vuelve a visitar el mismo sitio web, el navegador envía de nuevo las cookies al servidor. Esto permite al servidor recordar su navegación anterior y su comportamiento en el sitio. Así, el sitio web puede adaptarse a sus preferencias.
Las cookies se pueden configurar para que caduquen después de un tiempo determinado o para que se eliminen al cerrar el navegador. Esto depende de la configuración de la cookie. Algunas cookies se pueden configurar para que permanezcan en el ordenador durante varios días o meses. Estas cookies se conocen como "cookies persistentes".
Es importante tener en cuenta que no todas las cookies son malas. Muchos sitios web necesitan cookies para funcionar correctamente y proporcionar la mejor experiencia de usuario posible. Algunas cookies incluso pueden mejorar la seguridad al ayudar a identificar y bloquear ataques de hackers.